En su maleta de vida personal, esa que todos traemos a cuestas, sólo hay espacio para el amor, la responsabilidad, la gratitud y la determinación; para el respeto, las ganas de aprender, y mucho empeño para superarse y por qué no, llegar algún día a ser gobernadora de Hidalgo.

Rosa Danielle Lina Pérez es maestra en Administración Pública. Actualmente se desempeña como Directora General de Responsabilidades Administrativas, en la Secretaría de Contraloría de Hidalgo.

Desde hace once años que forma parte del servicio público, se ha caracterizado por asumir con gran entereza y responsabilidad cada cargo y encomienda.

“Desde el primer día y hasta hoy, buscó permanentemente superarme. He picado piedra. Me he esforzado y trabajado con mucho ahínco.  Gracia a ello se me han abierto las puertas. Agradezco la confianza de quienes han reconocido en mi todo el esfuerzo.  La mejor manera de corresponder  es con lealtad, reciprocidad, eficiencia y haciendo el mejor papel posible. Eso es lo único que te permite seguir creciendo en lo profesional, con una mejor visión para el Estado”.

Rosa Danielle Lina es licenciada en Derecho por la Universidad Científica Latino Americana de Hidalgo, y cuenta con dos maestrías, una en Amparo y otra más en Administración Pública, con énfasis en Auditoría Gubernamental.

A sus 34 años cuenta con una amplia experiencia, la mayor parte de ella en la Secretaría de la Contraloría del Estado de Hidalgo, donde entre otras cosas ocupó las direcciones de Procedimientos de Contratación, Combate a la Impunidad, así como Padrones y Procedimientos de Contratación.

Además de contar con infinidad de diplomados, talleres, cursos, capacitaciones y participaciones en seminarios.

Su mayor motivación es su familia. Gracias a ellos, comenta, ha logrado llegar a donde está. Con su apoyo, cariño, soporte y formación, todos contribuyeron a que haya podido desarrollarse en lo personal y lo profesional

“Todo el tiempo han estado a mi lado. Soy muy reservada de mi vida profesional. Trato de que siempre sea así. Mi vida personal es una, y mis responsabilidades profesionales son otras. Pero eso no demerita que sean mi principal motor de vida”.

De carácter fuerte, se considera empática. Sabe trabajar en equipo. Sabe lo que es el liderazgo, y lo mezcla con un gran sentido humano. Odia las injusticias.

“Tengo el ángel de la justicia. No me gusta las situaciones injustas y defendiendo esas causas. Por mi formación, principios y valores, soy congruente y fiel a mis convicciones. Creo que eso ha fortalecido también mi carácter y me ha ayudado a ser más determinante”.

Sin embargo, a pesar de las enormes responsabilidades, tiene claro que no hay mejor momento que el presente.

“La vida se nos va. No tenemos asegurado el futuro. Día a día tenemos que dar lo mejor. Está bien tener planes y metas, pero estar en el aquí, y en el ahora, es lo más importante. Disfrutar cada una de las emociones que tenemos. Alegría, enojo, frustración, estrés. Todo vivirlo al máximo. Mis papás me educaron con un lema que a donde voy lo pongo en práctica: Si vas a hacer las cosas, hazlas bien, si no, no lo hagas.  Y creo que así lo he hecho”.

Hasta dónde quieres llegar? Se le cuestiona.

“En un plano muy ambicioso te diré que quisiera ser gobernadora de este Estado.  Y para lograrlo tienes la construcción de tu día a día. Aprovechar la mínima oportunidad que se te presente para superarte y poder alcanzar poco a poco tus metas.

“Siempre he pensado que, a pesar de las complicaciones, hay algo bueno que rescatar y aprender. Soy joven, tengo una vida por delante, me gusta mucho la administración pública y, por qué no, con trabajo y mucho esfuerzo los sueños se pueden alcanzar”.