Concepción Carmona Ramos: Ética, Fortaleza y Liderazgo en la Salud Pública
Liliana Castillo Téllez
24/09/2024 - 04:51 pm
Imagen: Eréndira Fuerte
La doctora María Concepción Carmona Ramos ha dedicado más de
dos décadas a la salud pública en México, y su trayectoria es un testimonio de
perseverancia, ética y un compromiso inquebrantable con la excelencia.
Con una sólida formación académica como Médico Cirujano por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y una Maestría en Gestión Directiva de Instituciones de Salud, Carmona Ramos ha sido un pilar en la creación y ejecución de políticas públicas de salud en Hidalgo.
Su carrera profesional está marcada por una destacada trayectoria en diversas áreas del sistema de salud, pero su verdadera fortaleza radica en el conjunto de experiencias personales que han moldeado su liderazgo y visión humanista.
Carmona Ramos ocupó diversos cargos clave en la Secretaría de Salud de Hidalgo, como Jefa de la Jurisdicción Sanitaria de Tizayuca, Subdirectora de Atención en las Etapas de la Vida, y Directora de Políticas y Estrategias en Salud Pública. En cada uno de estos roles, su enfoque siempre estuvo en garantizar que las estrategias de salud pública fueran efectivas y accesibles para toda la población. Este compromiso con la salud y el bienestar la llevó a dirigir el Hospital Psiquiátrico Villa Ocaranza, donde se enfocó en la mejora de la infraestructura y la atención integral a los pacientes.
Actualmente, en su posición como Jefa de Servicios de Atención a la Salud, en IMSS Bienestar Hidalgo, está encargada de coordinar la implementación de políticas y estrategias relacionadas con la promoción de la salud, la prevención y el control de enfermedades en unidades de salud y hospitales a nivel estatal. Este puesto, que asumió en 2024, refleja su habilidad para adaptarse a las necesidades cambiantes del sistema de salud y su visión integral, que siempre busca el bienestar de la comunidad.
Carmona Ramos es, ante todo, una mujer que entiende el valor del servicio. Su carrera no solo está impulsada por el deseo de ocupar cargos públicos, sino por un profundo compromiso con la gente.
Uno de los aspectos más admirables de la doctora es su capacidad para manejar la adversidad. En su vida personal, ha enfrentado desafíos profundos, como la pérdida de su hijo, una experiencia que la obligó a encontrar fortaleza en el duelo y que transformó su visión sobre el servicio a los demás
“Este dolor me llevó a una profunda introspección,
reconociendo mi humanidad y vulnerabilidad”. Aprendió que su hijo fue un
maestro de vida, quien la enseñó a quererse, respetarse y, sobre todo, a
reconectar con su esencia más humana. Este proceso de duelo y sanación no solo
fortaleció su carácter, sino que también impactó su manera de liderar y servir".
La doctora Carmona Ramos también se ha destacado por su
capacidad para enfrentar la crítica y el fracaso, viéndolos como oportunidades
para crecer. En su filosofía, la retroalimentación, tanto positiva como
negativa, es esencial para evolucionar como profesional y ser humano. Este
enfoque le ha permitido cultivar una mentalidad de mejora continua, tanto en lo
personal como en lo profesional.
Uno de los pilares fundamentales de su vida ha sido su
madre, a quien considera el modelo de fortaleza que ha guiado su camino. De
ella aprendió que, aunque la tristeza puede ser devastadora, el orgullo y la
firmeza pueden levantar a cualquier persona en momentos difíciles. Estos
valores, junto con la honestidad, el compromiso y la lealtad, definen su vida
personal y profesional. En sus propias palabras, ser leal a sus principios y congruente
con lo que uno es y hace diariamente es lo que verdaderamente define la calidad
de un ser humano.
Carmona Ramos también reconoce la alta exigencia con la que
vive su vida profesional, algo que, según confiesa, no siempre es comprendido.
Su dedicación a la medicina y al servicio público la impulsa a ser disciplinada
y perseverante, con un fuerte compromiso hacia la mejora constante. Para ella,
estos atributos no solo son una forma de vida, sino el medio necesario para
enfrentar las adversidades de un entorno tan exigente como el de la salud
pública.
En resumen, la doctora María Concepción Carmona Ramos es una líder cuya vida personal y profesional están intrínsecamente ligadas por un hilo conductor: la resiliencia. Su capacidad para superar la adversidad, su compromiso con los valores éticos y su enfoque humanista la han convertido en una de las figuras más respetadas en el ámbito de la salud pública en Hidalgo. Su historia es una inspiración para quienes creen en el poder transformador del servicio y la lealtad a los principios.
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