El pasado 19 de septiembre, Netflix lanzó la serie ‘Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez’, un true crime que ha generado tanto revuelo como interés. Esta producción se basa en uno de los casos más impactantes de la historia criminal de Estados Unidos: el asesinato de José y Kitty Menéndez a manos de sus hijos en 1989. Lyle y Erik Menéndez fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996 por estos hechos, que sacudieron a la sociedad de la época y siguen siendo objeto de debate.

La serie, creada por Ryan Murphy e Ian Brennan, quienes también estuvieron detrás del exitoso proyecto ‘Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer’, ya se ha posicionado como la más vista de Netflix en los últimos días. Los creadores han repetido su fórmula de éxito: explorar la psicología de los criminales, detallando tanto los hechos como el entorno que los rodea.

En agosto de 1989, José y Kitty Menéndez, una pareja adinerada que vivía en una lujosa mansión de Beverly Hills, fueron brutalmente asesinados a tiros por sus hijos. Lyle y Erik, quienes en ese momento tenían 21 y 18 años respectivamente, alegaron en su juicio que sufrían abusos constantes por parte de sus padres, tanto físicos como emocionales. Sin embargo, muchos consideraron que los hermanos cometieron el crimen por motivos económicos, ya que tras la muerte de sus padres, heredaron una considerable fortuna.

La historia del juicio, las declaraciones y las versiones contradictorias de los hermanos capturaron la atención mediática durante años. Finalmente, tras varios juicios, en 1996, fueron condenados a cadena perpetua, sin derecho a libertad condicional. Desde entonces, han permanecido en prisión, donde se casaron y siguieron una vida relativamente tranquila, aunque el caso continúa siendo discutido en el ámbito legal y social.

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