Testigo de innumerables escenas históricas, el Reloj Monumental de Pachuca se erige majestuosamente en el corazón de la ciudad de Pachuca, la capital del estado de Hidalgo. Con una maquinaria idéntica a la del icónico Big Ben de Londres, este monumento ha perdurado a lo largo de 104 años de historia, brindando a los habitantes y visitantes un símbolo de identidad y un recordatorio constante de su rica herencia.

La torre, que se alza a una altura de 40 metros, se encuentra en el Jardín Independencia, en el centro de Pachuca. Fue construida por los ingenieros Francisco Hernández y Luis Carreón, siguiendo el diseño del arquitecto Tomás Cordero y Osio. Este monumento de cuatro cuerpos, de estilo neoclásico con un remate de cobre fabricado en Monterrey, se erigió en el marco de la celebración del primer centenario de la guerra de Independencia de México y fue inaugurado el 15 de septiembre de 1910 por el entonces gobernador Pedro L. Rodríguez.

La idea de construir esta torre surgió en 1901 cuando Don Alfonso Mario Brito, acompañado de un grupo de empresarios, propuso al gobernador la renovación de la plaza central y la instalación de una majestuosa torre de conciertos, digna de una banda musical pachuqueña.

Esta propuesta cobró fuerza después de que la Banda Rurales, un conjunto musical fundado por el mismo Pedro L. Rodríguez, ganara popularidad a nivel local y nacional. La construcción del Reloj Monumental, supervisada por Felipe N. Barros, comenzó en 1904, pero debido a la falta de fondos, se suspendió por un año y se retomó en 1906, esta vez con el objetivo de conmemorar el centenario de la Independencia de México. El costo total de la construcción ascendió a unos 300 mil pesos oro.

La torre del Reloj Monumental presenta una serie de características únicas. En su estructura, se pueden observar cuatro fechas fundamentales en la historia de México: 1810, la proclamación de la Independencia; 1821, la consolidación de la libertad de los mexicanos y la consumación de la Independencia; 1857, la expedición de la Constitución en el Congreso Constituyente de Querétaro; y 1859, el triunfo del movimiento de Reforma. Cada una de estas fechas se encuentra acompañada por cuatro esculturas femeninas elaboradas en Italia con mármol de Carrara.

El Reloj Monumental cuenta con ocho campanas que suenan en clave de Do mayor, al igual que el Big Ben, cada 15 minutos. Además, a las 18:00 horas, entona el Himno Nacional Mexicano, resonando por toda la ciudad.

Un detalle peculiar de este reloj es que representa el número cuatro con las letras "I" (IIII) en lugar del tradicional número romano (IV). La construcción se realizó con cantera blanca proveniente de la localidad de Tezoantla, ubicada en el municipio de Mineral de Monte. Para levantar la estructura, se empleó la técnica de machihembramiento, que consiste en horadar cada bloque de cantera en la parte superior y esculpir una especie de espiga en la inferior, permitiendo que estas piezas encajen sin necesidad de usar ningún material calizo en las juntas.

La torre del reloj se edificó en tres cuerpos. El primero cuenta con cuatro puertas, una en cada lado, con vanos rectangulares que sirven de acceso al edificio. El segundo cuerpo, al que se accede mediante una escalera de caracol, es un espacio con balcones que ofrecen una vista panorámica hacia la plaza.

El tercer cuerpo alberga la maquinaria del reloj y está iluminado por cuatro ventanas, una en cada lado. En estas ventanas se encuentran las cuatro estatuas femeninas que simbolizan los momentos más significativos en la historia de México.

Con el paso del tiempo, la torre del Reloj Monumental sufrió deterioro, lo que llevó a una restauración en 2007. Esta labor, realizada por el Fideicomiso del Centro Histórico y supervisada por Juan Benito Artigas, concluyó en 2008 y requirió una inversión de 11 millones 545 mil pesos.

El Reloj Monumental de Pachuca continúa siendo un ícono de la ciudad y un testigo silente de la historia de México. Su maquinaria hermana del Big Ben de Londres lo convierte en un punto de referencia que trasciende las fronteras y une la tradición y la cultura de dos continentes en una sola estructura emblemática.