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Según el último informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las presas hidalguenses cerrarán el año con un promedio del 70% de su capacidad, revelando una disminución en comparación con el mismo período del año anterior.

El embalse Vicente Aguirre es motivo de particular preocupación, ya que registra un escaso 2.9% de líquido disponible para el riego de tierras de labranza, según datos oficiales de la Conagua. Mientras tanto, la presa La Esperanza, ubicada en Cuautepec de Hinojosa, se erige como una excepción, alcanzando el 100% de su capacidad, según el reporte semanal.

En cuanto a las presas con mayor almacenaje, la Endhó lidera la lista con un destacado 92.4%, seguida por Rojo Gómez con el 63.6% y Taximay con el 58.3%. En contraste, la presa Requema, entre Tepeji del Río y Tula de Allende, muestra niveles preocupantes con solo el 28.7%.

La hidroeléctrica de Zimapán, Fernando Hiriart Balderrama, es otra protagonista en el panorama hídrico de Hidalgo, con un 70% de su capacidad actualmente. Aunque su líquido no se destina al riesgo agrícola, su contribución es esencial para la generación de energía hidroeléctrica.

Comparando los niveles actuales con el año anterior, el informe revela una disminución general en el almacenamiento de agua. Mientras que en 2022 se registraron 247 millones 697 mil metros cúbicos entre varias presas, este año cierra con 228 millones 497 mil metros cúbicos, marcando una diferencia de 19.2 millones de metros cúbicos. Sin embargo, La Esperanza es la única presa que cerrará el año por encima de su capacidad del 2022.

La presa Endhó, la más extensa en Hidalgo y ubicada en el municipio de Tula de Allende, aún no ha alcanzado el nivel de almacenamiento registrado el año pasado, subrayando la variabilidad en la gestión de los recursos hídricos en la región.