La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) enfrenta una creciente tensión interna luego de que rechazara una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), en la que se pedía una disculpa pública por la represión sufrida por estudiantes del Instituto de Artes (IDA) el 19 de septiembre de 2023.

 Esta decisión, calificada por los estudiantes como "indignante y ridícula", desató una nueva ola de protestas durante la inauguración de la Feria Universitaria del Libro, que tuvo lugar este viernes en el Polideportivo Carlos Martínez Balmori.

El conflicto, que había comenzado con la exigencia de destitución de la directora del Instituto de Artes, María Teresa Paulin Ríos, acusada de maltrato y abuso contra los estudiantes, cobró fuerza cuando los alumnos afectados se manifestaron nuevamente para denunciar la represión que sufrieron durante la toma del edificio Abasolo el año pasado.

 En ese incidente, académicos y administrativos de la UAEH desalojaron violentamente a los estudiantes, lo que llevó a la CDHEH a emitir una recomendación pidiendo, entre otras medidas, una disculpa pública del rector Octavio Castillo Acosta.

La protesta de este viernes fue encabezada por Yoltic Hernández Guerra, estudiante del IDA, quien ingresó al recinto de la feria a pesar de que inicialmente se les negó el acceso a los manifestantes. 

Sin embargo, Hernández Guerra afirmó haber sido agredido físicamente por personal de la universidad poco después de entrar al recinto, y mostró rasguños en su mano izquierda como evidencia de los hechos.

 "Es indignante que a la universidad le preocupe más seguir tecnicismos legales que reconocer el daño que nos causaron. Esta negativa no solo es ridícula, sino que demuestra una intención de confrontar a quienes investigaron y expusieron la verdad", declaró.

Además de las agresiones, Hernández Guerra denunció que la universidad tomó medidas para entorpecer la participación en la protesta. Según su testimonio, varios estudiantes fueron retenidos en Control Escolar con la excusa de revisar sus cargas académicas, justo en el mismo horario en el que se había convocado la manifestación. 

También acusó a la UAEH de haber inhabilitado desde las primeras horas de la mañana las rutas del transporte universitario Garzabús, que muchos estudiantes utilizan para movilizarse, dificultando así su llegada al punto de encuentro.

Durante la manifestación, los inconformes portaron carteles que pegaron en el exterior del Polideportivo Carlos Martínez Balmori, y corearon consignas en contra de las autoridades universitarias. 

Estas fueron respondidas por porras de empleados y académicos que se encontraban en el evento, evidenciando la división interna que atraviesa la universidad.

El conflicto en la UAEH parece lejos de resolverse. Los estudiantes, encabezados por Hernández Guerra, han dejado claro que no están cerrados al diálogo con el rector Octavio Castillo Acosta, pero subrayan que cualquier conversación debe estar precedida por la tan demandada disculpa pública y el reconocimiento de los hechos ocurridos. "Lo mínimo que puede hacer el rector es renunciar", concluyó Hernández Guerra, en un mensaje que refleja el nivel de descontento y la desconfianza que persiste entre la comunidad estudiantil.