La Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) ha llevado a cabo la reinstalación del Comité de Hospital Seguro, una iniciativa que busca asegurar que los hospitales de la entidad estén preparados para enfrentar cualquier contingencia derivada de desastres naturales. Esta acción se enmarca dentro de un esfuerzo por fortalecer la capacidad de respuesta y resiliencia de las unidades de salud.

Durante el acto protocolario, la titular de la SSH, Vanesa Escalante Arroyo, entregó los nombramientos a los nuevos integrantes del comité, quienes se comprometieron a implementar planes de prevención y evaluación de riesgos en los hospitales. "Un hospital seguro es aquel que, incluso después de un fenómeno natural, sigue operando a su máxima capacidad, brindando atención a la población de manera oportuna", afirmó Escalante Arroyo, citando a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La secretaria enfatizó que, para alcanzar este objetivo, es crucial realizar evaluaciones continuas en los hospitales a lo largo del año y ejecutar simulacros adaptados a los riesgos específicos de cada región. Esto permitirá que las unidades médicas estén mejor preparadas para responder a posibles contingencias, garantizando una atención eficiente.

Escalante Arroyo también destacó la importancia de establecer convenios y acciones conjuntas con otras instituciones para asegurar una atención rápida y eficaz en situaciones críticas. Además, mencionó que estas acciones son parte de la transición hacia nuevos modelos de atención a la salud en Hidalgo, siguiendo las instrucciones del gobernador, Julio Menchaca Salazar.

En coordinación con el Gobierno federal y los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar) y el Servicio Nacional de Salud Pública, se buscará mejorar las condiciones de atención para la población hidalguense.

La reinstalación del Comité de Hospital Seguro, que involucra la participación de instituciones públicas, privadas y de Protección Civil, marca un hito en el cumplimiento del objetivo de garantizar que las unidades de salud continúen operando y brindando atención de calidad, incluso en condiciones adversas.