Con solo cuatro jornadas restantes en la temporada regular de la Liga MX, la competencia por asegurar uno de los seis primeros puestos se torna más reñida que nunca. Tigres UANL, anfitrión del próximo partido, busca recuperarse tras dos derrotas consecutivas y ve en el enfrentamiento contra Pachuca una oportunidad clave para retomar el rumbo.

El equipo de Pachuca, que ocupa el puesto 15 en la tabla, ha sido uno de los conjuntos más decepcionantes de la temporada. Mientras Tigres se encuentra quinto con siete victorias, tres empates y tres derrotas, empatado con Tijuana en puntos pero con una ligera ventaja en diferencia de goles, el equipo hidalguense lucha por salir de los últimos puestos y salvar lo que ha sido una campaña inconsistente.

La situación de Tigres es especialmente tensa luego de sus recientes caídas: primero en el clásico regio contra Monterrey y luego ante Mazatlán, un equipo que, antes de esa victoria, se encontraba en el fondo de la tabla. Estos tropiezos han puesto en duda la solidez de los dirigidos por Robert Dante Siboldi, quienes, a pesar de haber mostrado un gran desempeño el semestre pasado con un fútbol ofensivo y una defensa estable, hoy enfrentan problemas tanto en la zaga como en la creación de oportunidades de gol.

Uno de los jugadores que más se ha visto afectado es Salomón Rondón, quien, tras una primera mitad de temporada efectiva, ha bajado su rendimiento y no ha logrado marcar en sus últimos encuentros. Con solo una victoria en sus últimos cinco partidos, Tigres sabe que no puede permitirse muchos más errores si quiere evitar caer en la zona de Play-In.