El sacerdote de 34 años enfrenta acusaciones por ataques a cuatro mujeres en Vélez-Málaga

En un estremecedor caso que ha sacudido a la comunidad de Vélez-Málaga, al sur de España, la Policía local detuvo a un sacerdote de 34 años de edad, quien enfrenta acusaciones de agresión sexual a al menos cuatro mujeres. El detenido, quien anteriormente ejercía como párroco en una iglesia en Melilla, una ciudad autónoma española en el norte de África, se encuentra actualmente en prisión provisional, enfrentando cargos por cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la privacidad, según detalló la agencia EFE el pasado lunes 25 de septiembre.

La investigación se inició en el mes de agosto, cuando una mujer que afirmaba ser la pareja del detenido presentó una denuncia en Melilla, alegando la existencia de un disco duro en el hogar que compartían. Este dispositivo, según revelaron fuentes policiales, contenía fotografías y videos perturbadores en los que varias mujeres aparecían semidesnudas, inconscientes o bajo los efectos de alguna sustancia sedante, mientras un sacerdote perpetraba actos sexuales.

Tras un meticuloso análisis de este material, los investigadores lograron identificar a cinco víctimas que desconocían por completo la existencia de las grabaciones y que no tenían conocimiento de haber sido víctimas de ningún delito de índole sexual. Este descubrimiento ha abierto la posibilidad de que las agresiones sexuales fueran recurrentes a lo largo de varios años y en diferentes localidades, a menudo durante viajes en grupo en los que el detenido participaba.

Drogaba a sus víctimas y las agredía sexualmente

Se sospecha que el acusado suministraba sustancias que anulaban la conciencia de las víctimas, permitiéndole cometer los abusos sexuales de manera impune. Las autoridades españolas están llevando a cabo una minuciosa investigación para determinar si estos crímenes han dejado más víctimas en las localidades donde el detenido residió anteriormente.

La gravedad de este caso ha conmocionado a la comunidad, generando un llamado a la reflexión sobre la protección y seguridad de las personas frente a abusos y agresiones. Las autoridades continúan examinando el material incautado en el domicilio del acusado, y no descartan la posibilidad de que haya más evidencias que conduzcan a la identificación de otras posibles víctimas.

Este desafortunado suceso subraya la importancia de la vigilancia y la responsabilidad en todos los ámbitos de la sociedad, recordándonos que la protección y el respeto hacia la dignidad de las personas deben ser pilares fundamentales en la construcción de una comunidad segura y justa.