En un giro inquietante de los acontecimientos geopolíticos, Vladímir Solovyov, portavoz del presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha lanzado una advertencia contundente sobre los planes del Kremlin para llevar a cabo una operación similar a la que desencadenó el conflicto en Ucrania el pasado 24 de febrero.

Solovyov afirmó que Rusia tiene la intención de tomar el control de un país crucial de Europa, miembro del Grupo de los 8, que reúne a las principales potencias mundiales. "Rusia eventualmente conquistará Alemania", declaró uno de los propagandistas del Kremlin al medio estatal ruso Rusia-1.

Este anuncio plantea preguntas cruciales sobre la estabilidad y seguridad en Europa y a nivel global. La amenaza de una Tercera Guerra Mundial no puede ser ignorada, y las naciones del mundo están en alerta máxima.

La justificación de este presunto objetivo recae en el apoyo financiero que Alemania ha proporcionado a Ucrania para fortalecer su capacidad militar ante los enfrentamientos con el ejército ruso en su territorio. Según información del Daily Star, millones de dólares se destinaron para el armamento ucraniano, una medida que ha provocado una respuesta agresiva por parte del Kremlin.

Solovyov fue enfático al afirmar que, en caso de un conflicto, Rusia no abandonaría a Alemania. "Después de un tiempo les proporcionaremos todo lo que necesiten. Así que no tenemos otra opción. Terminaremos, tomaremos Berlín una vez más y esta vez no nos iremos", advirtió el portavoz.

Este anuncio rememora un oscuro capítulo en la historia de Alemania, recordando los años en que el país estuvo dividido por la Guerra Fría y el control soviético sobre la Alemania Oriental, que perduró desde 1949 hasta 1989.

La tensión se intensifica por la supuesta muerte del presidente Vladímir Putin, cuyo estado de salud se mantiene en secreto de estado. Rumores apuntan a que uno de los dobles del mandatario ruso ha asumido su lugar en eventos públicos, dada la precaria salud del exagente de la KGB.