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Islandia ha declarado el estado de emergencia después de una serie de terremotos y la erupción de un volcán en las últimas horas. Este suceso sigue a un mes de actividad sísmica que resultó en la evacuación de 4,500 personas.

Los terremotos se confirmaron en el cráter de Sunhnjúka, junto con la apertura de una fisura de cuatro kilómetros de longitud por la cual fluye lava, marcando un acontecimiento sin precedentes en la región. El rápido movimiento de la lava ha generado deformaciones en el suelo, lo que ha llevado a la activación del estado de emergencia.

La evacuación inicial se llevó a cabo tras la serie de sismos previos, pero ahora la situación se complica con la erupción volcánica en curso. Geólogos advierten que la lava en movimiento está generando tensiones en la corteza terrestre, aumentando el riesgo de nuevas grietas y salidas de magma.

El epicentro de la actividad volcánica se encuentra en Sunhnjúka, donde la fisura liberó flujos de lava que se desplazan rápidamente. Las autoridades han desplegado equipos de emergencia para coordinar la respuesta y garantizar la seguridad de los residentes afectados.

Instaron a la población a mantenerse alerta y seguir las indicaciones de las autoridades locales. Se han establecido zonas de evacuación para mitigar el riesgo de posibles daños y garantizar la seguridad de los ciudadanos.

El gobierno islandés ha puesto en marcha planes de contingencia y ha solicitado asistencia internacional para hacer frente a la situación. Equipos de rescate y expertos en desastres naturales se movilizan para evaluar la magnitud del evento, hasta el momento no hay reportes de perdidas humanas o lesionados.