Al menos 22 personas murieron el martes en Kenia durante una jornada de intensas protestas contra el gobierno, según informó el miércoles la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNHRC). Las manifestaciones, que comenzaron de manera pacífica, derivaron en violencia extrema y llevaron a la convocatoria de nuevas protestas.

La presidenta de la KNHRC, Roseline Odede, detalló que 19 de las muertes ocurrieron en Nairobi, la capital, y que además se registraron "más de 300 heridos y más de 50 arrestos". Estas cifras subrayan la magnitud de la violencia que estalló durante las protestas del martes.

En un hecho sin precedentes en la historia de Kenia, que se independizó en 1963, un grupo de manifestantes irrumpió en el Parlamento por la fuerza. Este acto de desafío marcó un punto álgido en la serie de protestas que comenzaron la semana pasada.

La periodista y activista Hanifa Adan, una de las líderes de las protestas, convocó a nuevas manifestaciones pacíficas para el jueves en memoria de las personas fallecidas. "Mañana [jueves] marcharemos pacíficamente de nuevo vestidos de blanco, por todos nuestros caídos en la batalla ¡No les olvidaremos!", escribió en la red social X.

Las manifestaciones, principalmente lideradas por jóvenes, se iniciaron la semana pasada en Nairobi y otras ciudades para protestar contra los nuevos impuestos previstos en el presupuesto 2024-2025, actualmente en debate en el Parlamento.

Escalada de Violencia

El martes, la tensión aumentó repentinamente en Nairobi mientras los opositores se manifestaban nuevamente. Según varias organizaciones no gubernamentales, incluyendo Amnistía Internacional en Kenia, la policía disparó para tratar de contener a la multitud, lo que llevó a los manifestantes a forzar los controles de seguridad del Parlamento y entrar en el edificio.

Durante la jornada del martes, hubo saqueos e incendios de edificios tanto en Nairobi como en otras ciudades. En respuesta, el gobierno anunció el despliegue del ejército. Por la noche, el presidente William Ruto se comprometió a reprimir firmemente "la violencia y la anarquía".

La situación en Kenia se ha vuelto crítica, con una creciente oposición popular a las políticas del gobierno y una respuesta cada vez más dura por parte de las autoridades. Las muertes y los heridos del martes representan un punto de inflexión en las protestas, y la convocatoria de nuevas manifestaciones sugiere que la tensión continuará en aumento.