María Branyas Morera, reconocida como la persona más longeva del mundo, ha fallecido a los 117 años en Olot, Girona. Su familia informó sobre su deceso a través de la red social X, destacando que Branyas murió "como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor".

En el mensaje, sus seres queridos recordaron la sabiduría y bondad que caracterizaron a Branyas durante su larga vida. Compartieron algunas de las palabras que ella les transmitió en sus últimos días: "Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha". Estas palabras reflejan el espíritu sereno y optimista con el que Branyas afrontó su vejez.

Una vida marcada por la longevidad y el amor familiar

María Branyas nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, Estados Unidos, y a la edad de ocho años se trasladó a Cataluña con su familia. Durante los últimos años, residió en una casa de reposo en Olot, donde se convirtió en un símbolo de longevidad y resistencia. En enero de 2023, Branyas fue reconocida oficialmente como la persona más anciana del mundo, tras el fallecimiento de la francesa Lucile Randon.

Branyas, apodada la 'super abuela' en las redes sociales, se unió a Twitter en 2019, donde acumuló unos 13,600 seguidores. A través de esta plataforma, compartía reflexiones sobre su vida y mantenía un vínculo cercano con su familia, que incluye tres hijos, once nietos y trece bisnietos. Su vida fue un ejemplo de fortaleza, habiendo superado la pandemia de la gripe española en 1918 y, más recientemente, el COVID-19 en 2020.

El legado de María Branyas

La vida de María Branyas estuvo marcada por una actitud positiva y una profunda conexión con su familia. Sus consejos y palabras de sabiduría inspiraron a muchos, y su longevidad la convirtió en un símbolo de la historia viva del siglo XX. A lo largo de los años, Branyas compartió su visión sobre la vida y la muerte, enfatizando la importancia de vivir con plenitud y aceptación.

Con su fallecimiento, el título de persona más longeva del mundo ha pasado a la japonesa Tomiko Itooka, nacida el 23 de mayo de 1908. Sin embargo, el legado de Branyas perdurará en la memoria de quienes la conocieron y en aquellos que siguieron su extraordinaria historia a través de las redes sociales.