El presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió este jueves que si los países de la OTAN autorizan a Ucrania el uso de misiles de largo alcance para atacar objetivos en territorio ruso, lo considerará como una "participación directa" en el conflicto. Esta acción, según Putin, podría llevar a Rusia a un enfrentamiento abierto con la Alianza Atlántica. Estas declaraciones fueron emitidas en una entrevista con la televisión estatal rusa, en la que el mandatario subrayó que esta decisión cambiaría la "esencia" del conflicto, escalando el nivel de participación de Occidente en la guerra.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha solicitado en repetidas ocasiones a sus aliados occidentales el envío de misiles de largo alcance. El objetivo de esta petición es permitir a Ucrania atacar infraestructuras y posiciones estratégicas dentro de Rusia, lo que, según Zelenski, debilitaría las capacidades militares del Kremlin.

En paralelo, Zelenski afirmó que las tropas rusas han comenzado una "contraofensiva" en la región de Kursk, territorio ruso cercano a la frontera con Ucrania. Estos movimientos marcan una nueva fase de tensión en el conflicto, que sigue generando preocupación a nivel internacional sobre una posible escalada bélica que involucre directamente a más países.