El fin de semana pasado, la franquicia de Venom de Sony llegó a su desenlace con Venom: The Last Dance, una última aventura de Eddie Brock y su simbiótico compañero antes de una posible reimaginación del personaje. Desde su debut en 2018, Tom Hardy ha interpretado a Eddie en una versión que, aunque divisiva, ha ganado tanto adeptos como detractores. Sin embargo, la respuesta del público a esta última entrega ha sido algo tibia.

De acuerdo con The Hollywood Reporter, Venom: The Last Dance ha recaudado hasta el momento unos 51 millones de dólares en la taquilla estadounidense, un número que se queda corto en comparación con las expectativas iniciales de 65 millones de dólares. Esto representa una baja significativa frente a los ingresos de los dos lanzamientos anteriores: la primera película de Venom debutó con 80,2 millones de dólares en 2018, mientras que Venom: Let There Be Carnage sorprendió con 90 millones de dólares durante la pandemia.

Afortunadamente, el mercado internacional ha sido más favorable para la película, acumulando 124 millones de dólares fuera de Norteamérica y alcanzando un total global de 175 millones.

Dominio en taquilla frente a otras secuelas de terror

A pesar de las reseñas mixtas, Venom: The Last Dance lideró las listas de taquilla en Estados Unidos, superando a otras secuelas de terror como Smile 2, que recaudó 10,3 millones de dólares en el país y 12,5 millones internacionalmente, alcanzando un total global de 83,7 millones de dólares. Además, Terrifier 3, otra esperada entrega de terror, continúa fuerte en taquilla, acumulando un total de 44 millones de dólares, triplicando las cifras de sus predecesoras.

Este cierre para Venom representa un momento crucial para Sony, ya que el estudio parece estar considerando la posibilidad de renovar el personaje de Eddie Brock o explorar nuevos caminos dentro del universo de Spider-Man.