Los hermanos Franco "N"y Luis "N"enfrentarán proceso penal por delitos de lesiones dolosas y tentativa de homicidio

En un giro inesperado en el caso de la brutal agresión a Ernesto Calderón el pasado 9 de septiembre en la zona de centros nocturnos de Angelópolis, dos de los siete presuntos agresores se entregaron voluntariamente ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla.

Los hermanos gemelos, identificados como Franco "N" y Luis "N", comparecieron este lunes 25 de septiembre en las instalaciones de la FGE, enfrentando así el inicio de un proceso penal por delitos de lesiones dolosas y, presuntamente, tentativa de homicidio, aunque este último cargo no ha sido precisado oficialmente.

La Fiscalía de Puebla emitió una tarjeta informativa en la que se expresó: "hoy 2 hermanos acudieron voluntariamente ante la FGE sabedores que esta Institución les buscaba para aprehenderlos por hechos en agravio de un joven en Angelópolis; fueron puestos a disposición de la autoridad judicial por su presunta participación".

Estos dos jóvenes constituyen los primeros arrestos de los siete implicados en la brutal golpiza a "Neto", a quien atacaron al salir de un centro nocturno. No obstante, hasta el momento, la Fiscalía poblana no ha logrado la aprehensión de los otros cinco agresores.

La identificación y ubicación de los restantes involucrados aún se desconoce, a pesar de contar con órdenes de aprehensión vigentes. Este lamentable episodio quedó registrado en video y se propagó a través de las redes sociales, mostrando las graves lesiones en la base ocular que sufrió Ernesto Calderón.

El caso ha generado una gran conmoción en la sociedad poblana, llevando a un llamado generalizado de justicia y seguridad en la zona de Angelópolis, así como un mayor escrutinio sobre la efectividad de las autoridades en la detención y procesamiento de los responsables.

Se espera que el proceso legal contra los hermanos Franco y Luis avance en los próximos días, a medida que se reúnan más evidencias y testimonios relacionados con el caso. La comunidad sigue atenta a los acontecimientos, en busca de respuestas y una resolución justa para Ernesto Calderón y su familia.