Este domingo 7 de julio se llevará a cabo la Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en la cual Alejandro Moreno buscará su reelección como dirigente nacional del partido. La decisión de Moreno ha generado una ola de controversias dentro del PRI, con más de 200 militantes exigiendo su salida inmediata.

Entre los priistas que piden la renuncia de Moreno se encuentran figuras prominentes como Pedro Joaquín Coldwell, Enrique Ochoa Reza y Enrique de la Madrid. Estos líderes, junto con otros militantes, han solicitado aplazar la Asamblea Nacional hasta que concluya el mandato de la actual dirigencia, argumentando que la grave crisis que atraviesa el partido requiere de un liderazgo renovado para mantener su viabilidad política.

En un escrito dirigido a la dirigencia del PRI, los disidentes subrayan la necesidad de reforzar la no reelección en la dirigencia para evitar que el partido quede bajo el control de un grupo particular. Desde que Alejandro Moreno asumió el liderazgo del PRI en 2019, ha enfrentado crecientes críticas internas. En 2022, una reforma aprobada por el Consejo Político Nacional del PRI permitió extender su presidencia hasta 2024, lo que desató aún más molestias entre los militantes, incluyendo al exgobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, y a la senadora Claudia Ruiz Massieu.

La oposición a la continuidad de Moreno no se detiene allí. Otros priistas destacados, como el exgobernador de Nuevo León, José Natividad González Parás; el exgobernador de Chihuahua, Fernando Baeza Méndez; y el exgobernador de Baja California Sur, Guillermo Mercado Romero, también han exigido su renuncia.

La Asamblea Nacional del PRI se vislumbra como un escenario crucial para el futuro del partido. La posibilidad de que Moreno continúe en la dirigencia podría profundizar las divisiones internas, mientras que su salida podría abrir la puerta a una renovación necesaria para enfrentar los retos electorales futuros.