La deficiencia del transporte público en Hidalgo es una bomba de tiempo. Recientemente, el incremento en el número de accidentes viales en diversas rutas de transporte público ha terminado en tragedia, con muertes y numerosos lesionados. Los conductores parecen competir por el título de "Toreto", acelerando para ganar pasajeros pensando que los usuarios les cantan: "Acelérele, chofer, que lo viene correteando la mamá de su mujer". Pero lo que está en juego es mucho más serio: la vida de quienes dependemos del transporte público.

Cada día, cientos de personas confían sus vidas a conductores que, en muchos casos, no tienen la conciencia de la responsabilidad que esto implica. No es solo una cuestión de llegar a tiempo; es una cuestión de seguridad. Mientras algunas colectivas parecen estar en una carrera compitiendo contra el Checo Pérez, el sistema de transporte público Tuzo Bus es un caos logístico. Si llevas prisa, primero debes enfrentar un maratón en los inmensos puentes peatonales, eso si tienes la fortuna de tener una estación del Tuzo cerca. Si no, te espera una larga espera de 20 minutos para las alimentadoras y otros 15 minutos, si tienes suerte, para tomar el Tuzo Bus.

El estado del transporte público es tal que muchos de nosotros ya ni siquiera nos quejamos de la velocidad excesiva, las combis abarrotadas como central de abastos, o los semáforos ignorados. Nos hemos resignado a la incertidumbre de si llegaremos a nuestro destino a tiempo y, más importante, con vida. Y cuando llueve, la situación se agrava, con más choques y accidentes.

Lo que nos hace falta es una educación vial adecuada y, sobre todo, un transporte público más eficiente y seguro. No podemos seguir aceptando este nivel de riesgo y caos como si fuera normal. Las autoridades deben tomar medidas urgentes para mejorar la infraestructura del transporte, capacitar a los conductores y, sobre todo, priorizar la seguridad de los usuarios. La vida de las personas no debería depender de la suerte cada vez que toman una ruta de transporte público.

Es imperativo que se implementen soluciones que garanticen un servicio de transporte seguro y eficiente. Solo así podremos evitar que las calles de Hidalgo sigan siendo escenario de tragedias.